LA ESCAPADA. VISTA ATRÁS
No supe decir, no pude decir y ahora retorno enlaces que suspiran devenires en escapada, maniobras de abrumadoras huestes de manadas despavoridas de aves de los ojos que reúnen o acaso son los vacíos de los filósofos que fluctúan en todas mis noches agrupadas como en un mazo de cartas. En castillo de naipes -como un caos- he puesto mis vidas de los sábados por no decir más, prodigiosos caballos que trotan sobre una superficie de mi yacida figura de tristes neuronas. No!, son direcciones, guiños de segundos que al enrabietar coces buscan estos entresijos de sombras, sí!, estos que amanecen entre las laminares pasiones del tic tac del no saber decir.
SUEÑO
No supe decir, no pude decir y apoltronado en la higuera que me ofreció sus frutos y raíces, cerré mi vista al más allá, o abrí abismos coloreados que ante viejas retortas recuecen los ojos -esos mismos ojos enriquecidos de los planetas alineados en reglas empusas y roñosos bordes de un azufre que metaliza el brillo de los canibalismos de Leto-, mejor: la fuga de Atalanta, busco dormido, mientras dos doncellas, que abrigan el Sol y la Luna, resuelven crucigramas grabados en cuernos de mastodónticos cuernos paquidérmicos cuernos. El reflejo representado por el efebo que apoya su lámina de mercurio enmarcado en voluptuosos umbrales circundados, no quiso conceptualizarse en nadas
RAZONES INVEROSIMILES NACIDAS DE UNA VOLUNTAD DÉBIL
No sé decir, no puedo decir, a qué razón obedece la huida de mis pies, pero será: la quintaesencia polvorosa de las uñas, el menoscabo radiante de ranuras inguinales, la falsa longevidad de los dientes, o procesos gradientes de periodos de humedad y sequedad, que pensamientos conllevan actos con kilos de precaución y granos de mi miseria y no es oro precisamente lo que asusta a las gaviotas en el infierno, porque mi vida es un infierno, y quema
RETORNO A ESAS DIVERSAS RAZONES QUE SUMERGEN LOS DIAS
No sé decir, no puedo decir pero empujan razones -abominables manillas como las níveas nieves de invierno- las transferencias de segundos en las hueros entresijos de las teclas -parecidas a las del ordenador- que olvidan causas y efectos, y no son ellas, ni están en ellas, pero no fué birlibirloque quién, en un..., en un...
-¡DEJADLE!-. Entró en recurrencia, y ahora tartamudea la solemnidad de lo oscuro, que como pirámide fungicida renace de las aves cantoras - ¿No será el albo cantor quién en un..., en un...? ¡Ahh!, no sé
Tengo una voz incendiaria en mi memoria......que encarcelada en el tempo de tus letras..muestra mi debilidad cuando.......... no sé decir....no puedo decir........porque deambulo intentado emular a las sombras de la nostalgia disfrazadas de paramos.....voy a retorcer un trozo de mi silencio para que grite dentro de la metáfora......"no es oro precisamente lo que asusta a las gaviotas en el infierno, porque mi vida es un infierno, y quema"
ResponderEliminarUn beso.........Que tal tu mano ...........????
Gracias!!!
EliminarRetorno a un mar
Un beso
Mi mano así así
Caramba.......llevas tiempo y que poco mejora..........snif...snif !!!!!...pensé que ya estaría casi al 100%
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