Ayer, calibres, horror de contradicciones, mientras mis nudosos miembros recolectaban vuelos en disolución, aplicados a la zona más sólida del origen de mis pensamientos; la inercia, propia de la causalidad de la existencia, que no forma parte de mi pasado sino de su conceptualización, recibió en caída libre, golpes de luz, que fragmentaron mi huida refractaria del no decir, hasta mis anhelos profundos que voltean las dimensiones de los conceptos sobre si mismas, y así, desembocaron en hipotéticas conclusiones, tan vividas en aquel entonces, como sentidas inciertas e irreales, a posteriori.
Hoy, fruto de mi experiencia nocturna, yazgo con un puñal en la yugular, dando sombras al crepúsculo de los callejones.
"¡Dada ha muerto, un puñal lo mató!" -Dijo Cora, Dijo Jenny, Dijo Naoko
......y en la noche contemple.-..como renacía otra vez........al amanecer las palabras de DADA...volvieron....
ResponderEliminarTras el vacío inmenso que sentí al lanzar una botella sin mensaje al mar, tu comentario me da una razón de ser:
EliminarLa descripción de la muerte de Dada renace el absurdo, le revive:
"Lázaro dos días después de su resurrección murió por causas naturales"