Oh árbol, ah, cómo esta rama no aguante!
Serré con fuerza lo mas interno, crecí y me nutrí de cada brazada.
Ahora, sentado con plumas, como una apostilla al borde, donde la rama es mas fina, pio. Viejo innecesario como un niño sabihondo, soy.
Ya no soy ese que *espárrago a medio morder en la punta de la rama golpeaba con sus alas negras, oh, negras alas del dar!
Sigo dándole fuerte, verdad lector?, bien...me explico, un dulce piar grosero en cualquier tiempo -no amanecer es mi tiempo- y escribo porque no sé escribir. FIN.
Serré con fuerza lo mas interno, crecí y me nutrí de cada brazada.
Ahora, sentado con plumas, como una apostilla al borde, donde la rama es mas fina, pio. Viejo innecesario como un niño sabihondo, soy.
Ya no soy ese que *espárrago a medio morder en la punta de la rama golpeaba con sus alas negras, oh, negras alas del dar!
Sigo dándole fuerte, verdad lector?, bien...me explico, un dulce piar grosero en cualquier tiempo -no amanecer es mi tiempo- y escribo porque no sé escribir. FIN.
sin amanecer no hay atardecer.........................
ResponderEliminarEs como un sueño funambulista, que maneja el sol como un borde, una caída, una gravedad en el horizonte.
ResponderEliminarUn autentico placer, y muchas gracias por comentar - últimamente, en extraña ley de simetría, mi capacidad de respuesta se asemeja a mi brazo cojo-
..............jolín......todavía sigues con el brazo....caramba!!!!
ResponderEliminarUn besote Ángel.