miércoles, 17 de septiembre de 2014

EL HUECO DE LA ESCALERA

 
-Me dan miedo esas palabras que nos hacen tan infelices-
James Joyce

-Cuéntenos un cuento,profesor
-Ah, sí, profesor, un cuento de fantasmas
-¿Por dónde íbamos en ese?- pregunto el profesor. Ah sí, continúo:

La mano temblorosa acarició la vieja pared fría de mármol, el bastón se apoyaba sobre la desgastada moqueta, el viejo tragó saliva, tomó aire y subió tres escalones; como en un remolino vinieron a su mente solapadas imágenes de otros tiempos:  las veces que había sorteado el cubo de basura junto a los buzones del oscuro portal, las veces que había saltado los tres escalones y traspasado corriendo el estrecho pasillo, las veces que había buscado la cascada de luz cenital que caía por el hueco amplio de la escalera, Las veces que, a saltos, había subido los cuatro pisos, el ritmo de sus pies, el retumbar del sonido, las voces de los vecinos... 

Alguien le había llamado, el había reconocido entre todas una voz firme y potente, voz femenina progenitora que aguada entre los gritos de la chavalería decía su nombre

El viejo jadeante apoyado sobre la pared descascarillada del estrecho pasillo, descansa unos segundos, una luz reflejada, mortecina, pálida, envuelve el tiempo y el silencio, y espera al final...

Si hubiera algo que representase el transcurrir de los años en aquel portal, solapando el desgaste de cada elemento visible, era el olor a polvo, a vapor de guiso de carne y a nuez.

Cada paso es un recuerdo trastocado por sus arrugas, un pliegue que une, como un rito, tiempos eternos.
El viejo esta loco y es chiquillo que corre tras la merienda, es polilla atraída por la luz de una farola... 

Sigue su camino hasta llegar a los primeros peldaños de la escalera y agarra el pomo esférico que remata una barandilla de hierro forjado. Los primeros peldaños son lengua de un  río de lava que caracolea por las alturas, que curvan su geometría, para ofrecerse, para proponer cambio de niveles, aproximaciones al vuelo, y a otras vidas pasadas, los escalones  son dedos fantasmales que ríen y *tabean sobre los brazos de un sofá, esperando respuesta y acción, la escalera pregunta subirás o aceptarás tu derrota,  la luz sigue las leyes de la gravedad y cae por su propio peso, rebota al fondo de otras ocasiones, otras venturas, y devuelve nada. 

-¿Subirás o aceptarás tu derrota? -pregunta insistente la escalera
El viejo tose, y escupe el verde de su veneno, saca tembloroso de su chaleco un paquete de cigarrillos coge uno lo enciende  y se pone a fumar, El humo jovial rompe generoso con el ambiente de decaimiento, y se alza triunfante, iluminado por la luz cenital, que a su contacto parece menos silenciosa, más blanca, el humo es alas de espuma y risas diáfanas, aludes de repentinos fogonazos, barrocos ritmos visuales de curvas y contracurvas, dilatación espacial, las motas de polvo hacen las veces de manadas de pájaros que esquivan con absoluta precisión los barrotes de la barandilla. El viejo se siente joven y acerca sus ojos inmensos al pomo metálico y esférico, como tantas veces lo hizo de joven, y descubre en la geometría reflejada de un inmenso ojal, un caballo alado blanco, y una niña rubia vestida de comunión, una joven vestida de boda y una guadaña.
Al viejo le da otro ataque de tos, tira el cigarro lejos, agarra fuertemente la esfera y decide subir la escalera... sin saber, el viejo no sabe.
Esa escalera es blanca y no conduce a ningún sitio, La puertas de las viviendas están condenadas, arriba no hay sino imágenes de vacío, nunca llegará arriba, el nunca ha vivido allí, allí nunca ha vivido nadie, ese edificio fue demolido, y cayó sobre los restos de otros edificios demolidos de una ciudad blanca e inexistente.

-Vale -dijo el profesor
-¿Pero no había nada, no quedó nada? -dijo Talbot inclinándose hacia adelante
-Sí -contestó el profesor-. ¡El hueco de la escalera!    
    

3 comentarios:

  1. Ay Mente, ya sabemos quien fue el "SIGUIENTE"!!!

    Lo que el viejo sintió mientras subía esos escalones bien valió el batacazo, además, siempre habrá huecos de escaleras y no por ello hemos de dejar de subirlas o bajarlas
    Me ha gustado el relato
    y esa frase de Joyce me ha hecho pensar en el enorme poder de las palabras, también en el enorme poder de los silencios.
    Sabes que me pasa con Joyce??
    hace años leí sus cartas eróticas a Nora y desde entonces asocio su imagen, sus frases, todo, a su particular y escatológico disfrute del sexo. No consigo ser objetiva, "veo" no sólo caras sino hasta cacas, culos y pedos por todas partes jajajaja
    En serio, es un escritor fascinante, domina el lenguaje como pocos.

    Todos esos dibujos son tuyos?

    Besos, Menteinvisible

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  2. Quiero describir un edificio...esto es un canto a favor del pronto a desaparecer hueco de escaleras. Las leyes, normativas y criterios de funcionalidad han borrado de los edificios de viviendas los huecos de escaleras, el legislador se empeña en regular y acaba creando realidades cohibidas y rígidas. La naturaleza esta fuera de ordenación y hay que administrarla y encorsetarla.
    Joyce es un niño que juega con el lenguaje, no entiendo a la gente que dice que no lo entiende.
    Hay unos vídeos preciosos en internet de la película THE STORY OF NORA BARNACLE JOYCE, THE WIFE OF JAMES JOYCE http://youtu.be/bgaKaDdVmL8 supongo que la belleza de esos vídeos retuerce cualquier sensación escatológica de las cartas, bellas cartas de amor escatológico, como cuando se escurre un trapo mojado.
    La palabra escatología me vuelve literalmente LOCO porque su multisignificado vuelve loco a cualquiera

    Ahora realmente en serio me fascina de Joyce la potencia visual de sus metáforas, "Plantar a los muertos" "crucificar a las camisas mojadas""El guiño de la sombras de los árboles"
    Releo o leo habitualmente trozos del Ulyses, y pienso que se podría vivir copiando a J.J. toda la vida y siempre parecer novedoso, es pura esencia pura.
    Jajaja!! ( a lo de caca, pedo, culo, pis, pis)
    Los dibujos los hice hace mucho tiempo, para una exposición en Madrid que la vieron mas de 15.000 personas, eran otros tiempos, y éramos mas jóvenes, y subía las escaleras de tres en tres peldaños, ahora veo sólo los reflejos de aquellos dibujos y me llamo SIGUENTE SEGUNDO y me llaman el señor APARTE USTED, Jajaja!

    Un beso, Anonima

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  3. Gracias por el enlace
    Un primer encuentro muy apasionado, la música me ha gustado y el vestuario y el primer fotograma de Nora en la estación (parece un cuadro)...
    Intentaré ver la pelicula.

    Un beso

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