DELIRIO XXI

Primera explicación

-Elle solo existe en tu mente, es parte de ti, igual que yo, somos impulsos que queremos gobernarte, somos estrategias antagónicas de tu subconsciente, nacidas y creadas por ti para hacerte la vida más fácil

-Elle siempre ha querido apoderarse de tu conciencia, hoy era el día predestinado para su ataque definitivo

-Hoy, Elle, la doctora, cree que ha acabado con la culpa que nace de la parte más irracional de ti mismo, cree  que ha tomado el control de tu vida, cree que estás muerto, pero está equivocada, pero estás muerto, pero está equivocada, pero estas muerto...-Joe entró en una recurrencia pendular absurda, jugaba con el ritmo de las frases, el tiempo, y los silencios, no sé sabe por qué acabó ese juego pero, al cabo de, digamos, cincuenta segundos extinguió su voz, dejó un silencio de cinco segundos y siguió con la explicación-: Sus cálculos han fallado, Elle te ha matado, ¡eso sí!, la veracidad de su luz te ha matado, y estás muerto y tu cadáver refulge y brilla,  y es esplendor blanco, albor - Añadió Joe sonriente y poniendo cara de poeta-:

“Cuerpo mutilado por la luz yace en el centro de una habitación rectangular”

-Continuó Joe, pero ahora ironizando, riéndose de mi-: Mañana, una sábana de seda blanca se posará como niebla, Dios mediante, sobre tu esférico y perfumado cuerpo, ya limpio de toda inmundicia, y serás llevado por angelitos de algodón, rígido y frío como una estatua de mármol de Carrara, a la nave fantasma de Caronte y tras oir la dulce música de la flauta de Marsias pasarás la laguna Estigia, las  níveas cimas del mediodía y...!Jajaja! -una sonrisa estrambótica retumbante que apestaba, interrumpió las disquisiciones de Joe-.

Segunda explicación

Joe tronchado de risa, golpeaba el suelo, y dijo a duras penas:

-¡Te salvaste, jajaja!, pero...¡Cómo te salvaste! -y continuo explicando-: La imagen casta y pura de la doctora, el hálito momificado de su cuerpo, el pelo rancio apenas movido por el ímpetu de sus pasos, los pezones desapercibidos de la batita blanca, el olor a alga marina, y unas piernas largas como la vida,  encendieron la mecha de un explosivo mas fuerte que el odio: tu líbido sexual; tu líbido sexual –repitió Joe-, desplomó, en tu último instante, el edificio de la razón, perdiste cánones, modos y maneras, toda causalidad  fue arrasada, y las pasiones desatadas florecieron en tu cuerpo por doquier, explotaste como la primavera de un orgasmo, se te dilataron inmensas las pupilas, y te enamoraste de Elle, de ella -¡Eres un marrano, un auténtico cerdo! –Joe ironizaba, e interumpió la explicación para soltar una carcajada  doliente, hiriente como una puñalada, y continuó-: ¡Gracias a esto te has salvado, gracias a tu instinto sexual sobredimensionado, tu degeneración te ha traído aquí, aquí, -Joe señaló al suelo dos veces, e inmediatamente recalcó a despecho-: ¡Mira que enamorarte de la doctora, Elle!

-¡No lo entiendo! Gritó Joe, no lo entiendo, ahora más débil-

Yo sabía que Joe estaba jugando conmigo, estaba disfrutando de su discurso, sus razonamientos, sus disquisiciones, sus movimientos, sus miradas, todo lo que contaba era mentira, parecía estar sobreactuando. Joe envolvía sus miembros, y recogía olores con su inmensa nariz, se puso a bailar, siguiendo un patrón donde los ritmos se concatenaban , a cada final de la serie de movimientos corporales repetía incansablemente: Te enamoraste alocadamente de tu razón, te enamoraste alocadamente de tu razón...

Tercera explicación

Las explicaciones de Joe me volvían loco, realmente yo necesitaba algo  que me hiciese entender, - mi interior me lo pedia-:

-Ni Joe, Ni Elle ex...[...]

Quizá en las imágenes se encuentren datos que aglutinen la historia - El angel, la niebla, la luz, el desierto, el agua ...etc.-  Pero en mi delirio vi que la vida sigue caminos muy distintos en instantes muy próximos y que la esencia está en ...